jueves, 21 de marzo de 2019

[Warhammer 40000] Batalla de Cobol


A las afueras de la ciudad de Cobol se extiende parte de un manofactorum abandonado por las alts esferas de la ciudad. Habría caído completamente en el olvido de no ser por una pequeña población de antiguos trabajadores que malvivían entre las ruinas impregnadas de residuos químicos junto a una pequeña capilla custodiada por un predicador de la Eclesiarquía. Cuando el hermano Dorian, al cargo de dicha capilla, dejó de informar sobre sus actividades durante demasiado tiempo, la Hermana Superior Euphraty de la Orden de Nuestra Señora Mártir envió a la escuadra Angelus, Serafines veteranas, a investigar.



Cuando las Serafines llegan a la zona descubrieron que la capilla había sido destruida y profanada. Buscando respuestas a la blasfemia por los restos de los habitáculos, descubrieron gran cantidad de soldados con emblemas y estandartes extravagantes así como varios Astartes renegados. Peor aún, entre ellos se tambalean monstruosidades impías cuyo origen hace que a las Hermanas se les erize el vello de las nuca.


Cuando se disponen a intervenir, en el auspex de la hermana Dalila aparecen multitud de contactos. La hermana superior al mando de la unidad decide entonces retirarse para informar a la Orden. Mientras las Serafines se exfiltran de la zona, ven llegar varios vehículos desde la ciudad con unas horribles criaturas corriendo alrededor de ellos, que más tarde identificaran como Genestealers, revelando así la naturaleza herética de las tropas avistadas. Desde su posición, las Sororitas pueden ver como dos monstruosos guerreros con armadura táctica de Exterminador avanzan para encontrarse con los Xenos: uno encapuchado, con la armadura descuidada y empuñando un narthecium modificado; el segundo luciendo los colores de la sangre y el bronce y destilando violencia en cada uno de sus movimientos. Ambos señores del Caos se reúnen finalmente con un individuo delgado y calvo que viste túnica carmesí y porta un báculo adornado con simbología heterodoxa. Los Genestealers pululan entorno al recién llegado como si fueran su escolta o sus mastines de guerra. Tras este último vistazo, la escuadra Angelus se repliega mientras los líderes enemigos empiezan su oscura reunión...


Hace unos meses nos planteamos jugar una de nuestras Megabatallas, en esta ocasión de Warhammer 40K Segunda Edición. En esta ocasión dos ejércitos de 4500 puntos por bando. Formados cada uno por tres destacamentos de 1500 puntos. Por parte del Imperio un destacamento de mando de Ultramarines, uno de la Guardia Imperial y otro de Hermanas de Batalla. Por la parte del Caos y los Xenos, un destacamento de mando del Corazón Pálido (Marines de Nurgle), otro de Portadores de la Palabra y un tercero del Culto Genestealer. Las misiones serían busqueda y destrucción para los herejes y ocupar y mantener para el Imperio. De esta forma las tropas caóticas buscan tender una emboscada a las del Imperio mientras éstas intentan recuperar el control de la zona.


Siguiendo el método de despliegue de Segunda Edición las tropas del Culto Genestealer, con su Factor de Estrategia de uno, desplegaron en primer lugar seguidos de la Guardia Imperial, las Hermanas de Batalla y (tras resolver con una tirada el empate entre las fuerzas del Caos y los Ultramarines) desplegaron los Portadores de la Palabra, los Marines del Corazón Pálido y finalmente los miembros de la Segunda Compañía de los Ultramarines.



La partida se inició con un bombardeo preliminar de la Guardia Imperial, que dañó un edificio repleto de híbridos y destruyó un Predator de los Portadores de la Palabra. Con la cobertura de la artillería de la Guardia, las Hermanas de Batalla se lanzaron a la carrera a por las tropas enemigas. La Guardia maniobró por la zona de los habitáculos y los Ultramarines avanzaron para tomar posiciones de fuego de cobertura en el flanco derecho. Por su parte, las tropas de Nurgle del flanco izquierdo imperial, zombis de plaga, mutantes y el Señor de la Guerra avanzaron para hacer frente a las Hermanas, mientras una unidad del Culto y unos marines de los Portadores tomaban posiciones de disparo en la zona de contenedores. Mientras, en el centro, las tropas Genestealer mantienen sus posiciones y en el flanco derecho, tras la explosión del Predator, los Marines de Plaga y los Portadores de la Palabra avanzan para hacer frente a los Ultramarines.




Los turnos pasan rápidamente mientras las unidades buscan la distancia de fuego ideal y buenas posiciones de disparo, mientras las armas pesadas de los dos ejércitos desatan todo su poder destructivo. El Dron de Plaga consigue de una sentada eliminar al Dreadnought de los Ultramarines y a tres marines de una escuadra táctica cercana. La artillería de campaña del Culto reparte su fuego causando estragos en la infantería de la guardia y las Hermanas de Batalla mientras los cañones y vehículos de la Guardia Imperial intentan cubrir el avance de las unidades aliadas atacando a la infantería enemiga.




La batalla se recrudece por momentos y una vez las unidades llegan a distancia de disparo las bajas en los dos bandos se intensifican. En el flanco izquierdo del imperio la escuadra Angelus de Serafines, tras ver como los Ultramarines destruyen al Dron de Plaga, se lanzan a por las tropas enemigas con la intención de sacrificarse y retrasar el avance de las tropas del Caos para que los Marines y el resto de Hermanas lleguen a sus posiciones de combate. En el centro del campo de batalla un asesino que había permanecido oculto es arrastrado a campo abierto por el Magus Genestealer. Viendo su posición comprometida, el asesino se lanza al combate contra una unidad de Híbridos. En el flanco derecho, los Ultramarines consiguen tomar posiciones y se disponen a efectuar fuego de supresión mientras las Hermanas continúan avanzando. El fuego de las armas pesadas destroza las orugas de un Chimera, que se desplaza fuera de control hasta chocar contra unas ruinas de un edificio, el resto de la partida, se convertirá en una diana de disparo para las tropas del Caos y Xenos.



Al final de la batalla se desata toda la violencia de los combates cuerpo a cuerpo en el flanco izquierdo imperial. Las Hermanas de Batalla son atacadas por una horda de infectados y zombis de plaga pero, gracias a su devoción, su entrenamiento y superior equipo, consiguen mantener la posición e incluso, poco a poco, conseguir ventaja en el combate. Los restos de la escuadra de Ultramarines de ese flanco son atacados por infectados sobredimensionados y la brutalidad de esos monstruos mutados por el Caos es demasiado para los marines tácticos y son despedazados. El asesino, consigue acabar con todos los híbridos y se lanza a por la unidad de armas pesadas de los Portadores de la Palabra.




Y así la batalla llega a su fin. Tras contar los puntos de victoria al final la victoria fue para el bando del Caos/Xenos, con 18 puntos de victoria, mientras que los Imperiales solo conseguían 14, pese haber tomado su objetivo. La verdad es que fue una partida muy divertida y que todas las minis estuvieran pintadas, así como toda la escenografía, hizo que la partida fuera visualmente espectacular. Os dejamos AQUI un enlace a más fotos de la partida. ¡El destino de Estigia se complica para el Imperio!



+++Texto y fotos de Viden y Strategus+++

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