jueves, 5 de julio de 2012

De como dos Freaks mataron al Rol


Hoy leyendo una entrada de El Descanso del Escriba me he puesto a reflexionar y recordar aquellas tarde de verano con los amigos jugando los primeros módulos de El señor de los Anillos o Runequest o tantos otros mundos de fantasía donde nos sumergíamos horas y horas en la terraza de algún amigo o en el patio de casa de mis abuelos.


Cuando jugar a rol era una actividad en la que varios adolescentes se podrían sumergir sin que nadie les molestara ni les miraran de torcido o con suspicacia.

Y como no, eso me lleva también a recordar la noche en que todo aquello murió. La noche en que ser un jugador de rol paso a ser de personas con una gran imaginación a potenciales psico-killers. La noche en que pasamos (los jugadores de rol y wargames) al ostracismo y la desconfianza del gran publico.

La noche en cuestión se remontará ha hace unos 13 o 14 años, la verdad no recuerdo la fecha con exactitud, pero seguro que si buscáis por san google "los asesinos del rol", encontrareis la fecha y día exactos en que para el gran publico nos transformamos, y ser jugador de rol pasó a ser un estigma social.


Bueno como iba diciendo, el día en cuestión, salia la noticia de que dos perturbados, con la escusa de que estaban jugando una partida de rol, se cargaron a un pobre hombre que estaba esperando un bus.

En mi vida y ya tengo unos cuantos añicos, no he visto un declive tan rápido de nada, de la noche a la mañana, todos los jugadores de rol pasamos a ser asesinos en potencia, pasamos a tener que responder un montón de preguntas estúpidas en plan "¿Pero vosotros, matáis gente?" y a ojos de la sociedad, a ser uno parias. Dejamos de poder ir a bares o cafeterías a jugar nuestras partidas. Y lo más triste de todo es como la prensa sensacionalista consiguió en menos de 24 horas que ese estigma social, a día de hoy, aun perdure. Incluso gente joven que no tendría más de 2 o 3 años cuando todo esto paso, hoy día, si te ven jugar a rol, aun te sueltan perlas por el estilo de "pero no matáis peña, ¿no?".

La verdad que es una lastima ya que creo yo que somos na comunidad de los más sociable y tranquila, al menos la mayor parte de la gente que he conocido de este mundillo. Pero bueno...

Solo espero que con el tiempo este estigma que sigue a los jugadores de rol se pierda de una vez por todas.

2 comentarios:

  1. Yo en mucho no estoy deacuerdo, pero entiendo la idea. Solo matizaría que los medios tardaron más de 24h :) y lo mas importante, que años después eso estaba cambiando, y a día de hoy (18 años después), ya ha cambiado. Que una cosa es que te miren raro, y otra que se siga sustentando esto. Yo no lo creo. No veo sentido a esperar que ese estigma (en concreto, no otros) se pierda, para mi, ya se perdió. No obstante, que flaco favor hicieron, está claro.

    http://rincondemonio.blogspot.com.es/2010/06/javier-rosado.html

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  2. Yo sufrí eso... Además reunía (y sigo reuniendo con orgullo) los tres factores clave de cualquier psicópata: me gusta el rol, la informática y el heavy metal. Mis padres trataron por todos los medios de que mi hermano y yo no jugaramos a rol, aunque al final dejé de jugar porque los padres de mis amigos les presionaron para que no jugaran. Jugar a rol pasó de ser guay a ser peligroso, sobre todo gracias a Telecinco y sus campañas informativas de estricta rigurosidad. Es más, años más tarde no sé si recordáis que incluso se dejaron una pasta en hacer un telefilme sobre asesinos del rol.

    Como no todo tiene que acabar tan mal, tras pasar unos 10 largos años jugando como muchísimo 2-3 partidas esporádicas al año, encontré trabajo como monitor de tiempo libre, con la suerte de que unos chavales querían saber qué era eso de jugar a rol. Recordemos que desde hace unos pocos años, parece que ser friki mola (hasta la RAE nos ha reconocido). Llevamos 5 años jugando ya todos los fines de semana e incluso acabamos de formar una asociación (todavía estamos peleando contra la burocracia).

    Coincido con Lord Tzimize que casi 20 años después la situación es distinta. Ahora somos los frikis graciosos (gracias Big Bang Theories), pero también es verdad que hay que seguir aguantando coñas sobre psicópatas e invocaciones a Satán. Y eso no mola.

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