Hace unos días, unos cuantos miembros de VIIII Legión hicimos una quedada para ir al cine y ver la última pelicular de Ridley Scott sobre nuestro corso favorito, Napoleón. Como esto no es un blog de cine, ni de critica, ni nada por el estilo, no entraremos a comentar nada del filme. Pero, eso si, Sergi salió con muchas ganas de jugar una partida de la época, más que nada, para sacarse de encima la sensación de ver una batalla napoleónica más realista que las que muestran la película en cuestión. Así que, tras el filme, quedó con Alberto para jugar una partida a 2000 puntos con las reglas de Warmaster y la adaptación que hicimos para este periodo en concreto. Podéis ver las reglas en esta otra entrada (AQUI)
Ambas fuerzas eran parecidas, ya que la idea era más terminar de probar que el sistema funcionara bien y fuera más o menos razonable con una batalla de la época que no liarnos a una batalla más seria y competitiva (que eso ya vendrá, ya). Por parte de los franceses, contamos con una Brigadas de infantería, una Brigada con tropas de la Guardia, una Mixta (Con Cazadores a caballo e infantería) y una de Caballería (con Caballería pesada Coraceros, Granaderos y Dragones y Caballería Ligera, Lanceros). Finalmente como apoyo, dos Baterías de artillería a pie (artillería media), un par de Zapadores y un Ayuda de campo (AIDC) para el comandante y los 4 Oficiales. Por la parte Rusa, contamos con 3 Bridadas de Infantería y una de Caballería (Con caballería Pesada y Media, Dragones, Coraceros y Cazadores a Caballo), también dos Baterías de artillería a pie, dos Zapadores, un AIDC y los 4 Oficiales. Se decidió jugar una Batalla Campal y un despliegue alterno, así que tras las tiradas de dados pertinentes, ambos Generales desplegaron sus fuerzas.
La batalla empezó con el centro ruso avanzando de forma cauta para tomar la colina que tenían en frente, con la caballería rusa en reserva y con el flanco derecho malinterpretando las ordenes y saliendo a la carga de forma descontrolada en dirección a los franceses que se veían a lo lejos y desbaratando toda la formación de la Brigada. Las dos baterías no recibieron bien las ordenes y no avanzaron y la última brigada avanzó para cubrir a los locos que habían salido en tropel. Los franceses más cautos, decidieron avanzar con la Guardia e intentar tomar una granja cerca del centro del campo de batalla y posicionar a la caballería en dos líneas para lanzar una carga arrolladora lo antes posible.
Como las reglas básicas del juego lo hacen realmente rápido, con mucha maniobra y como en esta época, casi todas las unidades cuentan con armas de disparo, los zurriagazos empezaron pronto. Una de las baterías rusas disparó sobre la caballería, concretamente sobre los Granaderos a Caballo y aunque no consiguió causar muchos daños, si que desorganizó al regimiento, empantanando a parte de la caballería francesa. En el flanco derecho ruso, un oficial intentaba poner orden a la Brigada que había salido disparada mientras la segunda Brigada de ese flanco se desplegaba y abría fuego sobre los Lanceros franceses, causando serias bajas y haciendo retroceder a los supervivientes. En el centro, las Brigada de la Guardia francesa y la de infantería rusa intercambiaron varias andanadas casi a quemarropa y en el flanco izquierdo, se empezó a desplegar la caballería rusa frente a un avance de una Brigada mixta francesa.
La caballería francesa maniobro para reestablecer la línea y preparar una carga demoledora, mientras los rusos de enfrente, viendo el muro de caballos, jinetes, sables y espadas, decidieron montar varios cuadros de infantería para intentar frenar lo que se les venia encima de Coraceros y Dragones. Esto dejó a las formaciones rusas vulnerables al fuego de la artillería francesa y a la brigada de infantería que se despliega en línea frente a los rusos. Mientras tanto, el oficial ruso del flanco derecho sigue sin conseguir poner orden en su brigada y los batallones no reciben ordenes concretas, así que no pueden acudir en auxilio de sus hermanos amenazados por la caballería y la infantería francesa. El fuego de varias baterías barre por completo un cuadro ruso, mientras que el fuego de la infantería francesa rompe parte de la línea enemiga. En el centro, siguen los disparos entre los distintos batallones, se acumulan las bajas, pero las unidades aun aguantan el tipo, ambas fuerzas ganan y pierden terreno poco a poco,
Como si hubieran dado una orden general en todo el campo de batalla, o como si ambos oficiales se hubieran puesto de acuerdo. La caballería de ambos ejércitos se lanza a la carga de forma casi simultanea. Los franceses cargaron conta la maltratada línea rusa de su flanco izquierdo, arrasando a los dos batallones que aun mantenían la posición, mientras la infantería francesa presionaba a otro batallón y lo forzaba a retirarse con algunas perdidas. El asalto terminó con los franceses aniquilando la Brigada rusa y tomando una pequeña colina. En el otro extremo del campo de batalla, la carga de caballería rusa llega a buen termino, pero no tan compacta como seria aconsejable y un regimiento de Coraceros rusos se queda algo descolgado y no puede apoyar a sus compañeros. El impacto, como en el caso de los franceses es demoledor y el regimiento de Cazadores a Caballo es puesto en fuga por los Dragones y los Coraceros hacen retroceder a la infantería, pero no llegan a romperla. Esto les costaría caro.
En el centro del campo de batalla, el oficial de la Vieja Guardia perdió la paciencia con el infructuoso intercambio de disparos entre sus unidades y las tropas de línea rusas, así que siguiendo el ejemplo del oficial de caballería (posiblemente un tal Murat...) ordenó a sus batallones que cargaran de una vez y se quitaran de en medio a los rusquis para ir a silenciar las baterías que tenían detrás y si podían a por el General del ejercito enemigo. Y claro, la Guardia es la Guardia. Dicho y hecho, una carga de varios batallones y un regimiento de Lanceros terminó con casi toda la Brigada Rusa.
Llegados a este punto, la perdidas rusas ya empiezan a ser criticas y el fuego de la infantería francesa sobre los supervivientes de los Coraceros rusos, puso a los pocos jinetes que quedaban en fuga, con los Dragones casi aniquilados y con solo una unidad de Coraceros operativa en el flanco izquierdo, con el centro y el flanco derecho destrozados, el General Kasimirov ordenó la retirada, dando la victoria a Alberto y sus franceses.