Con el atronador sonido de las Thunderhawks de fondo, los marines llegan a la playa de la isla de Nostramo. Con un despliegue bastante disperso con pocos vehículos de apoyo, se deciden a tomar las defensas orcas al asalto. Los Chicos distinguen claramente a miembros de los Lobos Espaciales en el flanco derecho,
la Compañía de Ragnar, ¿podría ser? En el otro extremo de la playa, con sus armaduras rojas y negras, los Ángeles Sangrientos son también rápidamente identificados por el Jefe Mordisco de Víbora. Los únicos que no reconoce son unos marines con armadura rojo oxido, no identifica sus distintivos, pero bueno, al fin y al cabo, son marines, con lo que sus cascos tiene el mismo valor que el de los Lobos o el de los Sangrientos.
Estos eran los pensamientos de Rutz Dienteamarillo mientras sus chicoz y los del Clan Luna Malvada tomaban posiciones y se preparaban para entrar en las trincheras preparas por los canijos. De repente un extraño escalofrío le recorrió la espalda, cuando de la nada, a lo largo de la línea de chicos aparecieron unos marines de armadura negra y tomaron posiciones junto a sus muchachos. Sin entender muy bien que estaba pasando, Rutz decidió dejarlos hacer, si los ayudaban a machacar a los atacantes ya se ocuparían de ellos después, sus chicos estarían contentos.
Al otro lado del campo de la playa, los marines terminan sus ritos de batalla, cunado se disponen a avanzar contra la amenaza pielverde, un extraño circulo de luz aparece en la retaguardia de los marines. De el surgen unas figuras estilizadas, con extrañas armas y armaduras. Han llegado los Eldars para detener a los guerreros de
la Legión Negra.
Como de la nada, en unas ruinas cercanas a las trincheras y a los chicos en jabalí aparecen varios orejas picudas. Bien piensa Rutz, cada vez la cosa se pone mas interesante, ahora solo faltan uno pocos tapones y conseguirán que lo nombren caudillo más popular entre los muchachos.
Con un feroz rugido de Waaaagh!! Rutz da por empezada la batalla, les ha dicho a sus chicos que tomen posiciones en las trincheras pasa machacar a los marines con los bolters, así cuando estén cerquita, podrán lanzarse al combate y acabar de machacarlos con las espadas y las hachas.
Animados por el grito de batalla de su Caudillo, los orkos empiezan a tomar posiciones, como la marea que rompe contra la costa.
Los chicoz empiezan a tomar posiciones en las trincheras, mientras disparan descuidadamente sus armas al aire.
Mientras los orcas se lanzan a las trincheras, los marines empiezan su sistemático avance, cubriendo entre ellos con fuego de las armas pesada, pero antes de que nadie se de cuenta, un Incursor del caos, pasa volando a baja altura y rocía de fuego de cañón automático a una unidad de Colmillos Largos, matando a tres de sus cinco componentes. Los veteranos marines, lejos de sentirse amedrentados, están más decididos que nunca a destruir a los orcos y al caos, para vengar a sus hermanos de batalla muertos.
Tras sufrir una tremenda descarga de energía, Wooms, el estrambótico orco, cae desmayado y sus cuidadores deciden alejarlo del frente de batalla, donde los ánimos de los chicos lo afectan tanto. Rutz llega ala primera paralela con uno de sus pelotones del Clan mordisco de Víbora y los urge a tomar la segunda paralela, para tener una mejor línea de disparo.
Los marines atravesando la desierta playa, buscan a la desesperada las posiciones a cubierto que ofrecen las ruinas de una antigua villa imperial.
Al grito de "¡Un Garrapato zuculento!¡He vizto un garrapato muy zuculento!" el pelotón de chiflados se lanza fuera de las trincheras presos de una furia asesina terrible contra los marines que intentan arrebatarles sus garrapatos.
Y los fantasmas eldar, los exploradores, con sus rifles de agujas, se dedican a matar a los muchachos.
Ha llegado el momento de que los pequeños se lo pasen en grande, viendo que los marines y los eldas están cada vez más cerca, Rutz envía a un par de pequeñinez a que informen a sus catapultas lanzagarrapatoz que ya pueden empezar a lanzar a esas pequeñas bestias contra sus enemigos.
En pocos minutos el campo de batalla se llena de nubarrones de garrapatos zumbones, hambrientos y cabreados, que no dudan en devorar todo lo que se cruza en su destructivo camino.
Acosados por un intenso fuego de bolter pesado y cañón automático, así como por los enjambres de garrapatos zumbones, los Lobos y otros marines consiguen llegar a las ruinas que hay frente a las trincheras, ya ver cerca su objetivo, pero les queda un duro camino a través de tierra de nadie, sin coberturas.
Los marines de los Ángeles Sangrientos, intenta rodear la línea de batalla orca, con la intención de pasar por detrás de la posición de los exploradores Eldar. Pero Rutz, que es muy astuto, ha desplegado a sus muchachos en jabalí de guerra en esa posición, mientras los marines se acercan, los orcos salen de la trinchera con sus monturas y se preparan para cargar o contra los marines o contra los Eldar de las ruinas.
Con un ultimo esfuerzo por parte de un Brujo Eldar para intentar desalojar las trincheras, las tropas del imperio se ven forzadas a retirarse al no poder hacer frente a la dura línea de bolters que presentan los chicos y sus aliados marines del Caos.
Con la llegada de varias Thunderwaks que desatan un tremendo fuego de cobertura para sus tropas, los Marines y los Eldars se ven forzados a abandonar la cabeza de playa que no han logrado capturar.
Rutz satisfecho del comportamiento de sus chicos, se dispone a explicarles un par de cuestiones a los Marines del Caos, pero cuando se da la vuelta para ordenar a sus chicos que se lancen a por ellos, ve que también han desaparecido.
- No habrán ido muy lejoz y cuando los encuentre lez enseñare a inmiscuirze en miz fiestaz!- Piensa Rutz
+++++ Agradecer como siempre a toda la gente que participó en la partida, Maxi, Hino, Andy, Isma, Pepo y Salva, me lo pase de coña jugándola, gracias +++++
