Era día de caza. Ese eral pensamiento que cruzo la mente de Malek Bel Kain, Noble Elfo Oscuro, cunado uno de sus Señores de las Bestias, Allardir, le informó de que una partida de bestias del caos había atacado uno de sus posesiones en el norte y habían matado o capturado a un gran número de esclavos.
La verdad que la perdida de unos cientos de esclavos no afectaba en lo más mínimo a Malek, lo que no podía permitir bajo ningún concepto es el ataque a sus posesiones, esos animales inmundos aprenderían la lección que no han de saquear las tierras de superiores a ellos.
Tras informar a los miembros de su palacio de que al día siguiente se prepararía una cacería en sus tierras del norte, rápidamente, varios nobles menores y señores de las cercanías se ofrecieron a acompañar a Malek con sus mejores cazadores y rastreadores. Al día siguiente, un pequeño ejército marchaba hacia el norte.
Precedidos por sus mejores exploradores a caballo, los Jinetes de U-Shell, el ejercito llegó a su destino sin mayores contratiempo.
Tras tomas una colina con una unidad de ballesteros y Melghiph la hechicera, Maleke ordenó a la su segunda unidad de ballesteros que se desplegaran tras la caballería ligera, con la intención de cubrir el hueco que esta dejaría al lanzarse ha hostigar a las bestias. Mientras la infantería quedaba en reserva, detrás de la colina, para evitar una posible emboscada de las alimañas del Caos, Malek Bel Kain y sus nobles en Gelidos, se situaron tras un pequeño bosque, preparados para emboscar a los Hombres Bestia y acabar con ellos.
Al despuntar el día, una bandada de Arpías se une al ejército Elfo Oscuro, la promesa de heridos y moribundos de los que poder alimentarse atrae a estas bestias aladas.
Entre aullidos y gritos bestiales, finalmente la horda de Hombres Bestia emerge del bosque para defender su Monolito Consagrado a los poderes del Caos.
Sin esperar un segundo, las Arpías se lanzan a hostigar la retaguardia de la unidades enemigas, rematando y desmembrando a todos aquellos abandonan la formación o se separan de la unidad.
Los Jinetes Oscuros, se lanzan ha hostigar y acosar al enemigo para que este se dirija hacia la trampa de los Caballeros Gélidos. Con una incesante lluvia de virotes de sus mortíferas ballestas de repetición y amagando movimientos de flanqueo, consiguen su propósito.
Finalmente Malek Bel Kain y sus Caballeros Gélidos caen sobre las tropas de los Hombres Bestias, que intentan defenderse, en vano, de las mortíferas lanzas de caballería y de los poderosos Gélidos lanzados a la carga. Tras un sanguinario combate, los Hombres Bestia pierden la moral e intentan huir, pero las Arpías, atentas a una oportunidad como esta, se lanzan a por los supervivientes y acaban con ellos.
Tras una larga jornada de combate, todos los Hombres Bestia yacen muertos en el campo de batalla, Melghiph la hechicera, ha encontrado el cuerpo del Caudillo Hombre Bestia y le corta la cabeza, acto seguido, busca el cadáver del Shaman del rebaño y con su daga de sacrificios arranca el corazón del destrozado cuerpo del mago. El resto de Elfos Oscuros, se dispersan en busca de sus propios trofeos de guerra.
+++ Comentar que esta partida la jugué con Andy, gracias tío, me lo pase en grande. Por mi parte destacar que no sufrí ninguna perdida en mi ejército, cosa rara en mí, la verdad. Esta partida a 1000 puntos la realizamos con la intención de ir aprendiéndonos de nuevo las reglas de Warhammer 8ª Edición, que las teníamos un tanto aparcadas. Lo dicho, agradecer a Andy la batalla y esperando la siguiente+++
