Tras varios intentos por parte de las fuerzas del Imperio, finalmente los chichoz se han tenido que retirar de la línea de la costa, tras rechazar a los marines espaciales, el comandante de las fuerzas de defensa planetaria decidió hacer las cosas sin contar con los Marines. Tras reunir a varios regimientos de las FDP, lanzo una ofensiva a gran escala sobre la costa. Los chicoz tras disfrutar de una buena pelea que duro una semana, se retiraron al interior de la isla para rearmarse, ya que casi todos los Orkos habían agotado toda su munición y sus armas de combate estaban rotas o con los filos desgastados.
Los humanos habían tomado la playa a un altísimo precio, ahora era la hora de hacer que se retirasen de la isla de nuevo.
Rutz, en su infinita astucia decidió dar un golpe a la moral de los Imperiales, si hacia que los Marines, que habían llegado de nuevo a la isla para consolidar las posiciones tomadas por las FDP, se retirarán de nuevo, los humanos se verían con la moral baja y estarían a punto para que los muchachos les dieran su merecido.
Rutz, envió a sus komandos del Clan Hacha Sangrienta a reconocer las posiciones Imperiales. Los Komandos, tras infiltrarse en las líneas enemigas descubrieron que los Marines se agrupaban cerca de una ciudad costera llamada Karonte. Ciudad de difícil acceso ya que estaba protegida por la desembocadura de un río y un promontorio. Al enterarse de la ubicación de los Marines, Rutz decidió tenderles una astuta trampa.
Usando unas antiguas instalaciones Imperiales cercanas a Karonte, desplegaría a sus muchachos y cunado los Marines se acercaran a buscar bronca, eliminaría a los jefes de los Marines, de este modo, Rutz, creía que los Marines se replegarían de nuevo.
Cunado los chicoz ya habían tomado posiciones y se preparaban para hacer frente a los Marines, un atronador rugido de motores resonó por toda la explanada, mientras varios vehículos negros y llenos de pinchos y signos extraños aparecían por la retaguardia Orka. Subidos en los vehículos y colgados de sus laterales, una gran cantidad de marines de negra armadura avanzaron y tomaron posiciones a lo largo de la línea de batalla Orko.
Mientras Rutz contemplaba el despliegue de estos inesperados aliados, a su mente le venia la imagen de la batalla en la playa. Algo raro estaba pasando con estos Marines. Ruts mando llamar a uno de los chichos de Koller, el Jefe del Clan Hacha Sangrienta, si alguien sabia quien eran estos Marines, serian los del Clan Hacha Sangrienta.
Tras hablar con el soldado del Koller, Rutz descubrió que sus extraños aliados eran Marines de la Legión Negra y que no servían al Emperador, sino a los débiles Dioses del Caos. Bien, pensó Rutz, esta vez no se me escaparán.
Mientras los Marines, tanto Imperiales como del Caos, desplegaban sus fuerzas, Rutz llamó de nuevo a sus Komandos, hoy se perderían la fiesta, pero era necesario saber de donde habían salido los Marines de la Legión Negra. A regañadientes, los Komandos abandonaron el campo de batalla y se internaron en la isla, siguiendo el rastro de los vehículos de los marines.
El sol ya había pasado su cenit cuando todas las tropas estuvieron listas para la batalla, esta vez, los marines, queriendo vengar su honor a y sus hermanos de batalla perdidos en el intento de tomar la playa, se lanzaron al asalto.
En el flanco izquierdo, varias unidades de Marines protegían el puente que daba acceso a la ciudad, cuando Rutz se dio cuenta, una risilla acudió a su garganta, los muy ingenuos habían picado y además habían dividido sus fuerzas para proteger una zona equivocada del campo de batalla. Rutz empezaba a pensar que la fama de los Marines no estaba demasiado bien merecida.
A una orden de los sargentos, las armas de los Marines cobraron vida y los misiles, proyectiles y rayos de Cañón Láser, cruzaron el campo de batalla e impactaron en diferentes puntos de la línea de chicoz.
Tras una tremenda explosión de un misil de fragmentación, los chicoz del Pelotón de Ummbrog, que acompañaban al famoso Zodrog Wortsnagga, quedaron sorprendidos, ya que ninguno de ellos había resultado herido. Con un tremendo Waaagh!! Se lanzaron a por los marines, les iban a enseñar a dispara las armas como Gorko manda.
Mientras unos gretchins preparaban una de las catapultas lanzagarrapatos, un grupo de legionarios del caos, toma posiciones detrás de los gretchins y preparan sus armas pesadas.
La batalla ha empezado, Rutz ruge de alegría, ¡hoy mataran Marines!
+++ Continuará +++
Catapulta de garrapatos, catapulta de garrapatos... te voy a dar yo a tí catapultas de garrapatos...
ResponderEliminarrealmente genial la escenografia modular!!
ResponderEliminarQue gran partida ^^
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