Ahora si, toca hablar de la partida que jugamos en las jornadas, Quatre-Brass. Con los Orbats originales de la campaña de los 100 Días. Para esta demostración, usamos el reglamento de Imperial Eagle, de Campaign Games Miniatures y contamos con la presencia de Dermot, su creador, que se puso al mando de las tropas Alidas. Por otro lado, Burt y yo mismo, nos pusimos al mando de las tropas de Ney y su Cuerpo De Ejercito Francés.
En estas dos primeras fotos, podemos ver el campo de batalla desde una prespectiva de oeste-este, con Quatre-Brass a la izquierda de las imágenes. Para facilitar la fluide del juego, simplificamos algo la disposición de los elementos de terreno, de manera que las unidades, pudieran moverse sin mayores problemas por el campo de batalla.
Para el despliegue, usamos las posiciones iniciales de las distintas Divisiones, así como, el punto de entrada de los refuerzos. Pero, a partir de este punto, cada jugador, tomó el manso real de sus unidades. En Imperial Eagle, al no tener un sistema de ordenes para los mandos, podemos actuar y reaccionar con nuestras tropas, de forma rápida y podemos modificar, sin muchas dificultades, despliegues, rutas de aproximación y ataque sobre el enemigo, siguiendo, modificando u obviando los hechos acaecidos en una batalla determinada. Es por ello que con Burt, nos planteamos un ataque de distracción sobre nuestro flanco derecho, con un intento, si era posible de rebasar y envolver a las tropas de la Coalición desplegadas a al derecha de Quatre-Brass, mientras, mis unidades de Infantería Ligera, despejaría el bosque a nuestra izquierda y lo mantendría, intentando atraer a tropas regulares a un combate confuso y muy lento, dentro del bosque. El centro, sería castigado por una Gran Batería, resultado de unir en una colina, todos los cañones de nuestro cuerpo de ejercito. Finalmente, con la llegada de mi División fuerte (una División de 11 Batallones de Línea) y una Brigada de Coraceros, tomaríamos el debilitado centro aliado.
La batalla se desarrollo, más o menos, bajo nuestro control. El único punto negro, fueron dos baterías aliadas, desplegadas en el centro del campo de batalla, que se resistieron a morir y que, finalmente, tuve que eliminar con una carga de caballería. Pude eliminar una de ellas, pero la otra, consiguió eliminar a todos mis escuadrones de cazadores.
Con la parte sur del bosque despejada, era hora de atraer a los aliados a un combate desordenado y en terreno difícil. Esperábamos que algunas brigada cayeran en la trampa, pero no creímos que fueran las de la Guardia Inglesa!! A más de otras brigadas aliadas. Nuestras brigadas iban a pillar de lo lindo, ¡pero habían sacado de juego a las unidades más peligrosas de nuestro contrincante!!
Por desgracia, al final nos quedamos ya sin tiempo para terminar la partida y la cosa quedo en unas tablas un poco raras (más o memos, lo que pasó en la batalla real).
La verdad es que fue una gran partida y un gran día. Nos lo pasamos en grande, en una compañía inmejorable. En este Bicentenario de la campaña de los 100 Días, esta era una de las partidas que tenía ganas de jugar, la siguiente, para cerrar nuestro pequeño homenaje, será el próximo mes, con nuestra mega-batalla de tres días.
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