Continuamos con la construcción de nuestra mesa modular. Una vez "tallados" los caminos y cubiertos con masilla, para darles una textura terrosa, el siguiente paso ha sido empezar a dar las alturas a la mesa.
A la hora de marcar las curvas de nivel sobre la mesa, ya decidimos que cada una de ellas, equivaldría a un desnivel de 4mm. Así que, compramos varias planchas de cartón pluma de ese ancho y calcamos las curvas de nivel, recortamos y pegamos. La mesa empezaba a tomar forma.
Una vez tuvimos todas las aturas en los seis módulos de la mesa, decidimos, rebajar el porex que nos hacía de base en algunos puntos, para crear unos "socavones" y que la mesa, fuera aún más irregular, eso aumentaría el nivel de detalle y realismo del terreno.
Ya lo teníamos todo listo y el terreno a nuestro gusto, toca cubrir el terreno y empezar a darle textura. Para ello, compramos celulosa en polvo, que al mezclar-la con agua y cola blanca (otra versión del mejunje art-attac) nos permite dar una capa base de papel mache, suavizar los contornos de las colinas e integrar todos los elementos de la mesa.
Una vez seco el mejunje y aplicada en algunos sitios una segunda capa para corregir o tapar cosas que no habían quedado bien, es el momento de empezar a pintar.
Empezamos pintado los caminos, con una mezcla de pintura para dar un tono terroso a todos los caminos.
Una vez seco, toca dar la capa base al resto de la mesa
Ahora, tenemos que esperar a que termine de secar, para continuar.
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